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El solar está en una colina con vistas al océano justo debajo. El cliente solicitó un espacio que aprovechara esta ubicación y le permitiera pasar un tiempo tranquilo dedicándose a sus aficiones después de jubilarse. Además, la terraza de lectura, que conecta con una biblioteca en la que se pueden almacenar más de 10.000 libros y CD, se equipó con puertas de lamas de madera desmontables para crear un espacio semiexterior en el que se puede vivir el entorno de cerca. Una vez terminada la construcción, el propietario está aprovechando al máximo este rico entorno no sólo para leer, sino también para disfrutar de unas copas mientras contempla la puesta de sol en el Océano Pacífico.
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