Tiempo de lectura: 4 min | jul 2023

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Editorial

Emoji: Breve historia de ✨🎨📱🙌.

Cómo el diseño ayudó a la comunicación escrita a ir más allá de las palabras

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Cuando el número de caracteres es limitado o tus pulgares están cansados, mil palabras en una sola imagen es el camino a seguir. Tal vez por eso los mensajeros de chat más populares, como WhatsApp y Telegram, te permiten responder a un mensaje con un emoji.

Inicialmente ridiculizados por los puristas del lenguaje, estos coloridos símbolos están cambiando nuestra forma de comunicarnos. Reflejan nuestra vida cotidiana y nuestra forma de ver el mundo. Nuevas tecnologías, nuevas profesiones, nuevas formas de concebir los roles de género: nuestra sociedad está en constante transformación. Los emoji también evolucionan constantemente.

Sólo en 2022,

se propone añadir 31 nuevos emoji al conjunto de más de 3.600 ya existentes. Uno de nuestros favoritos: el emoji de la cara temblorosa.

He aquí una rápida cronología de la evolución de los emoji

En 1999, el desarrollador principal Shigetaka Kurita creó 176 emoji para el lanzamiento del servicio de Internet móvil japonés i-mode en NTT DOCOMO. En aquella época, los mensajes de texto estaban limitados a 250 caracteres, por lo que los emoji se convirtieron en una nueva forma de expresión creativa. Aunque no sea el primer conjunto de emoji de la historia, al menos es el que lo popularizó en todo el mundo.

El Consorcio Unicode se centra en desarrollar, mantener y promover normas de internacionalización del software. En pocas palabras: gracias al estándar Unicode, el texto en cualquier idioma puede mostrarse en cualquier ordenador y en cualquier producto de software moderno. En 2010, los emoji pasaron a formar parte oficialmente del Estándar Unicode y, desde entonces, pueden utilizarse en todas las plataformas. Si quieres devolverle el favor a esta pequeña empresa sin ánimo de lucro por este gran logro que nos ha hecho la vida mucho más divertida, ¡adopta un emoji!

En 2013 se lanzó la Emojipedia, una especie de Wikipedia para emoji. Además del significado de cada emoji, puedes ver cómo se ven en otros sistemas operativos o plataformas. El blog ofrece actualizaciones periódicas sobre nuevas tendencias, estadísticas e investigaciones en torno a los emoji. Por ejemplo, ¿sabías que el 17 de julio es el Día Mundial del Emoji 📅?

En 2015, 😂 fue elegida Palabra del Año por los Diccionarios Oxford. Esa decisión demuestra por sí sola la importancia de los emoji en el lenguaje. Unos años antes, los críticos señalaron acertadamente que ciertas imágenes de comida, banderas o constelaciones familiares no se correspondían con la realidad de todas las personas. Faltaban, por ejemplo, platos tradicionales africanos o parejas del mismo sexo. Pero en 2015, los emoji recibieron por fin una actualización sobre la diversidad. Desde entonces, hay disponibles otros tonos de piel basados en la escala de Fitzpatrick, además del amarillo por defecto. Es un proceso continuo.

Con el recién estrenado iPhone X en 2017, de repente eras capaz de convertir tu cara en un zorro, un unicornio o incluso un montón de caca 💩 con solo deslizar el dedo. Apple fue capaz de rastrear más de 50 movimientos musculares con la nueva cámara y transferirlos a uno de los emoji seleccionados en tiempo real.

Escanear emociones humanas a través de un algoritmo: lo que inicialmente parecía una visión distópica del futuro para algunos se convirtió en una interacción divertida y contribuyó a una aceptación general de la tecnología.

El futuro de los emoji

¿Quién decide realmente qué emojis habrá en el futuro y qué aspecto tendrán? En primer lugar, se presentan propuestas públicas al Consorcio Unicode. A continuación, el Subcomité de Emoji de Unicode delibera y decide en función de una serie de criterios.

He aquí un breve resumen:

a) ¿Funcionará la imagen en el tamaño pequeño en el que se suelen utilizar los emoji?

b) ¿Aporta el emoji algo más a lo que puede decirse con emoji o puede expresarse la idea con emoji ya existentes?

c) ¿Existen pruebas sustanciales de que un gran número de personas utilizarán probablemente este nuevo emoji?