Berker „Auf die eigene Art.“ / B.IG FIVE-Kampagne
Campaña
Con voz propia En la actualidad, el término cultura de empresa como factor diferencial está en boca de todos. Como resultado, hay decenas de ejemplos de empresas que se han prescrito una definición de cultura extremadamente eufónica. Sin embargo, en la mayoría de los casos, ésta no va más allá de palabras que suenan agradables, porque los empleados ven esta cultura, prescrita desde arriba, como algo ajeno, aplicado a la fuerza y alejado de la vida real. Resultado: casi nadie conoce estos valores, muy pocos los entienden y nadie los vive realmente. En Berker, una empresa mediana con sede en Sauerland y fabricante de interruptores de diseño estético y alta calidad, la situación simplemente se ha invertido: en lugar de que los valores se prescriban a los empleados, son los propios empleados quienes transmiten los valores de la empresa. En este proceso, las características de la cultura corporativa de Berker se definieron en primer lugar en un taller y se resumieron en cinco valores centrales. Segunda etapa: para la campaña interna, se seleccionó entre los empleados a un presentador de cada valor, que en un folleto, basándose en ejemplos puramente personales, explicó a sus compañeros precisamente lo que, en su opinión, significa ese valor. A continuación, en las páginas siguientes, se presentaba la definición corporativa “oficial” en cada caso. De este modo, durante la campaña interna, que duró cinco meses, cada mes se dedicó a un valor corporativo concreto; cada empleado recibió un ejemplar del folleto correspondiente junto con un obsequio apropiado para el valor corporativo en cuestión. Al mismo tiempo, el motivo de la campaña, que cambiaba cada mes, aparecía en un cartel de gran tamaño (2 x 18/1) pegado cerca de la fábrica, en un póster en las salas y oficinas de la empresa y en un salvapantallas en los ordenadores de los empleados. Valores como “Precisión”, “Estética” o “Posición de liderazgo” adquirieron así de repente un rostro y una voz humanos. La inusual forma de la presentación suscitó automáticamente debates y discusiones: ¿Es realmente correcto lo que dice nuestro colega? ¿Cómo lo veo yo? ¿Y qué significa exactamente para mí y para mi trabajo?
